5 El fuego del Altar se mantendrá encendido, no se apagará; y El sacerdote encenderá la leña sobre él todas las mañanas; preparará la ofrenda ígnea sobre él y hará que las grasas de las ofrendas pacíficas asciendan en humo sobre él. 6 Un fuego permanente se mantendrá encendido sobre el Altar; no se lo apagará. (Tzav 6)
¿Por qué repite que “El fuego del Altar debe mantenerse encendido"?
Dicen los Sabios: “El Alar” representa al corazón de la persona. Sucede que a medida que va pasando el tiempo la persona se va familiarizando con los Preceptos, y puede llegar a perder el entusiasmo primario que alguna vez tuvo.
Es por eso que la Torá nos dice que el fuego debe estar siempre, al principio, y luego otra vez, en el futuro.
¿Por qué repite que “El fuego del Altar debe mantenerse encendido"?
Dicen los Sabios: “El Alar” representa al corazón de la persona. Sucede que a medida que va pasando el tiempo la persona se va familiarizando con los Preceptos, y puede llegar a perder el entusiasmo primario que alguna vez tuvo.
Es por eso que la Torá nos dice que el fuego debe estar siempre, al principio, y luego otra vez, en el futuro.
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