4 Al tercer día, Abraham alzó los ojos y vio el lugar desde lejos. (Vaierá 22)
Abraham se encamina en su misión de ofrendar a su hijo en el Altar de Dios. Levanta la vista y “Vio el lugar desde lejos”.
Explican los Sabios que vio una nube junto a la montaña señalizando el lugar específico en donde debía accionar. En otras palabras al ver la nube, vio la presencia divina.
Sobre Esav, el nieto de Abraham, esta escrito: 4 Esav corrió hacia él (Hacía Iacov), lo abrazó, cayó sobre su cuello y lo besó; lloraron. 5 Él alzó la vista y vio a las mujeres (Vaishlaj 33). Esav también “Levantó su vista” pero en vez de ver la presencia divina vio, en su depravación, mujeres.
Abraham le enseño a su nieto a no mirar lo que no es debido, Esav aprendió a mirar para a bajo pero su corazón no refinado le jugó una mala pasada.
La persona que sigue tan solo el camino de su corazón sin dejar que su mente domine sus emociones sufrirá en su vida, ya que perderá en poco tiempo todo lo que construyó con su conciencia.
Abraham se encamina en su misión de ofrendar a su hijo en el Altar de Dios. Levanta la vista y “Vio el lugar desde lejos”.
Explican los Sabios que vio una nube junto a la montaña señalizando el lugar específico en donde debía accionar. En otras palabras al ver la nube, vio la presencia divina.
Sobre Esav, el nieto de Abraham, esta escrito: 4 Esav corrió hacia él (Hacía Iacov), lo abrazó, cayó sobre su cuello y lo besó; lloraron. 5 Él alzó la vista y vio a las mujeres (Vaishlaj 33). Esav también “Levantó su vista” pero en vez de ver la presencia divina vio, en su depravación, mujeres.
Abraham le enseño a su nieto a no mirar lo que no es debido, Esav aprendió a mirar para a bajo pero su corazón no refinado le jugó una mala pasada.
La persona que sigue tan solo el camino de su corazón sin dejar que su mente domine sus emociones sufrirá en su vida, ya que perderá en poco tiempo todo lo que construyó con su conciencia.
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