12 Y soñó, y he aquí que había una escalera colocada sobre la tierra cuyo extremo llegaba hasta el cielo; y he aquí que ángeles de Dios subían y bajaban por ella… 15 He aquí que Yo estoy contigo; te guardaré dondequiera que vayas y te devolveré a esta tierra; pues no te abandonaré… (Vaietzé 28)
Explican los Sabios: La persona tiene que constantemente transitar el camino de la superoración, subiendo la “Escalera” que va desde la “tierra” hasta las “alturas celestiales”.
El camino de la superación no es tarea fácil, ya que hay muchos desafíos que tienen como objetivo que la persona se esfuerce. Hay momentos que uno ve progreso y hay otros momentos que parecería que uno va en retroceso.
Lo importante es ser de aquellos “Ángeles”, servidores del Eterno, que suben permanentemente por la escalera, y no de lo que desisten, bajando por ella.
La persona que se esfuerza por subir tiene siempre que tener presente “Que Hashem está con él”, “El siempre lo cuidará” y nunca lo “Abandonará”.
Explican los Sabios: La persona tiene que constantemente transitar el camino de la superoración, subiendo la “Escalera” que va desde la “tierra” hasta las “alturas celestiales”.
El camino de la superación no es tarea fácil, ya que hay muchos desafíos que tienen como objetivo que la persona se esfuerce. Hay momentos que uno ve progreso y hay otros momentos que parecería que uno va en retroceso.
Lo importante es ser de aquellos “Ángeles”, servidores del Eterno, que suben permanentemente por la escalera, y no de lo que desisten, bajando por ella.
La persona que se esfuerza por subir tiene siempre que tener presente “Que Hashem está con él”, “El siempre lo cuidará” y nunca lo “Abandonará”.
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