26 Cuando (el hombre) vio que no podía vencerlo, tocó la coyuntura superior del muslo; de modo que Iaacov se dislocó la cadera en su forcejeo con el hombre. (Vaishlaj 32)
Explican los Sabios: El ángel de Esav, cuando “ve que no puede vencer a Iaacov”, se encarga de “Tocar su muslo”.
Está escrito en referencia al Pacto entre Abraham y Eliezer: 2 Y Abraham le dijo a su sirviente...: 2 Coloca ahora tu mano bajo mi “muslo”. 3 Y te haré jurar por El Eterno, Dios del cielo y Dios de la tierra, que no has de tomar mujer para mi hijo de las hijas de los cananeos, entre quienes habito (Jaiei Sará 24)
El juramento fue en el lugar del “muslo”. Dicho lugar posee una gran santidad, ya que a través de el se producen las futuras generaciones.
Es por eso que el ángel de Esav al ver que no podía vencer a Iaacov, se encargó en afectar su “Muslo”, es decir su descendencia.
Por eso la persona tiene que luchar contra del ángel de Esav que cuando ve que no puede vencer a los padres, “Ataca” a los hijos, tratando de desviarlos del buen camino.
Ese es el motivo por el cual justamente “Los hijos” de Israel deben tener cuidado de no consumir el nervio ciático, como está escrito: 33 Por eso “los Hijos” de Israel no deben comer el tendón dislocado de la articulación de la cadera hasta el día de hoy (Vaishlaj 32)
La persona tiene que poner suma atención en “los hijos”, las futuras generaciones, para que no se desvíen del buen camino.
Explican los Sabios: El ángel de Esav, cuando “ve que no puede vencer a Iaacov”, se encarga de “Tocar su muslo”.
Está escrito en referencia al Pacto entre Abraham y Eliezer: 2 Y Abraham le dijo a su sirviente...: 2 Coloca ahora tu mano bajo mi “muslo”. 3 Y te haré jurar por El Eterno, Dios del cielo y Dios de la tierra, que no has de tomar mujer para mi hijo de las hijas de los cananeos, entre quienes habito (Jaiei Sará 24)
El juramento fue en el lugar del “muslo”. Dicho lugar posee una gran santidad, ya que a través de el se producen las futuras generaciones.
Es por eso que el ángel de Esav al ver que no podía vencer a Iaacov, se encargó en afectar su “Muslo”, es decir su descendencia.
Por eso la persona tiene que luchar contra del ángel de Esav que cuando ve que no puede vencer a los padres, “Ataca” a los hijos, tratando de desviarlos del buen camino.
Ese es el motivo por el cual justamente “Los hijos” de Israel deben tener cuidado de no consumir el nervio ciático, como está escrito: 33 Por eso “los Hijos” de Israel no deben comer el tendón dislocado de la articulación de la cadera hasta el día de hoy (Vaishlaj 32)
La persona tiene que poner suma atención en “los hijos”, las futuras generaciones, para que no se desvíen del buen camino.
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