5 Descendió la hija del Faraón a lavarse al río, y sus criadas andaban por la orilla del río… y envió a su criada (Amata) para tomarla (Shemot 2)
Nuestros Sabios discrepan sobre el significado de la palabra “Amata”: Unos opinan que significa “Criada” y otros opinan que significa “Mano”, significando que sin necesidad de ayuda, la hija del Faraón extendió su propia mano hasta tomar la canasta.
Los Sabios explican que se realizó un milagro: En realidad la canasta estaba lejos del alcance de la hija del Faraón y fue en el momento de extender su mano que se le alargó hasta agarrar la canasta.
En el Talmud hay un dicho: “El que comienza con una Mitvá, se le dice: Concluidla”. Según este criterio, la hija del Faraón no pretendía que se le haga un milagro, sino simplemente tuvo voluntad de hacer lo correcto y Dios le ayudó a concretar su cometido.
La Kabala explica: La voluntad en el ser humano es algo tan elevado, que cuando se la posee, las cosas supuestamente inalcanzables, se vuelven accesibles.
La hija del Faraón tuvo la voluntad de tomar la canasta y generó en ella energía interior para poder alcanzar su objetivo.
La hija del Faraón nos enseña que la persona debe tener metas correctas y saber despertar su voluntad interior para alcanzarlas, y sin lugar a dudas, Hashem ayudará a que las pueda concretar.
Cuando se sabe despertar la voluntad se prescinde de “Criadas” y ayudantes, y uno solo puede realizar las cosas.
Nuestros Sabios discrepan sobre el significado de la palabra “Amata”: Unos opinan que significa “Criada” y otros opinan que significa “Mano”, significando que sin necesidad de ayuda, la hija del Faraón extendió su propia mano hasta tomar la canasta.
Los Sabios explican que se realizó un milagro: En realidad la canasta estaba lejos del alcance de la hija del Faraón y fue en el momento de extender su mano que se le alargó hasta agarrar la canasta.
En el Talmud hay un dicho: “El que comienza con una Mitvá, se le dice: Concluidla”. Según este criterio, la hija del Faraón no pretendía que se le haga un milagro, sino simplemente tuvo voluntad de hacer lo correcto y Dios le ayudó a concretar su cometido.
La Kabala explica: La voluntad en el ser humano es algo tan elevado, que cuando se la posee, las cosas supuestamente inalcanzables, se vuelven accesibles.
La hija del Faraón tuvo la voluntad de tomar la canasta y generó en ella energía interior para poder alcanzar su objetivo.
La hija del Faraón nos enseña que la persona debe tener metas correctas y saber despertar su voluntad interior para alcanzarlas, y sin lugar a dudas, Hashem ayudará a que las pueda concretar.
Cuando se sabe despertar la voluntad se prescinde de “Criadas” y ayudantes, y uno solo puede realizar las cosas.
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