22 Moshé regresó a El Eterno y le dijo: Señor mío, ¿por qué has hecho mal con este pueblo, por qué me has enviado? (Shemot 22)
Explican los Sabios: Moshé “Volvió” en Teshuvá (Arrepentimiento), ya que en su gran humildad sabía que si el pueblo no lo escuchaba no era debido a la falencia del pueblo, sino que la falta se encuentraba el interlocutor, en él mismo.
Así dicen los Sabios en el Talmud: “Toda persona que posee (internamente) reverencia al Eterno sus palabras son escuchadas”.
Dice la Torá: 17… reprochar reprocharás a tu hermano (Kedoshim 19). Explicaron los Sabios que el motivo de la redundancia es para enseñarnos que se debe reprochar incluso cien veces, y no decir: “Por cuanto que en el primer reproche no me escuchó no sigo”.
Si la primera vez no escuchó no es debido al receptor, sino que el problema esta en el corazón del interlocutor. Es por eso que se debe reprochar, y si ve que el prójimo no cambia su sendero, se debe hacer Teshuvá y volver a reprochar, así hasta que uno pueda sensibilizar su corazón y hacer que nuestro hermano entienda.
Explican los Sabios: Moshé “Volvió” en Teshuvá (Arrepentimiento), ya que en su gran humildad sabía que si el pueblo no lo escuchaba no era debido a la falencia del pueblo, sino que la falta se encuentraba el interlocutor, en él mismo.
Así dicen los Sabios en el Talmud: “Toda persona que posee (internamente) reverencia al Eterno sus palabras son escuchadas”.
Dice la Torá: 17… reprochar reprocharás a tu hermano (Kedoshim 19). Explicaron los Sabios que el motivo de la redundancia es para enseñarnos que se debe reprochar incluso cien veces, y no decir: “Por cuanto que en el primer reproche no me escuchó no sigo”.
Si la primera vez no escuchó no es debido al receptor, sino que el problema esta en el corazón del interlocutor. Es por eso que se debe reprochar, y si ve que el prójimo no cambia su sendero, se debe hacer Teshuvá y volver a reprochar, así hasta que uno pueda sensibilizar su corazón y hacer que nuestro hermano entienda.
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