14 Isajar es un asno de huesos fuertes; descansa entre las fronteras. 15 Vio que la tranquilidad era buena y que la tierra era agradable, y aun así inclinó el hombro para soportar y se transformó en esclavo. (Vaiejí 49)
Dice la Mishná: “Quienquiera asume para sí el yugo de la Torá, le son apartados el yugo del gobierno y el yugo de las obligaciones mundanas; pero quien quita de sí el yugo de la Torá, le son impuestos el yugo del gobierno y el yugo de las obligaciones mundanas (Avot cap. 3)
Todo el tiempo que Isajar se someta, como un “Burro”, al estudio de la Torá, gozará de “tranquilidad” y “agradabilidad”, pero si “inclina su homro” desviándose del camino correcto, “Soportará” la presión del exilio, hasta transformarse en “esclavo” de otros.
Dice la Mishná: “Quienquiera asume para sí el yugo de la Torá, le son apartados el yugo del gobierno y el yugo de las obligaciones mundanas; pero quien quita de sí el yugo de la Torá, le son impuestos el yugo del gobierno y el yugo de las obligaciones mundanas (Avot cap. 3)
Todo el tiempo que Isajar se someta, como un “Burro”, al estudio de la Torá, gozará de “tranquilidad” y “agradabilidad”, pero si “inclina su homro” desviándose del camino correcto, “Soportará” la presión del exilio, hasta transformarse en “esclavo” de otros.
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