15 Y el Faraón le dijo a Iosef: Tuve un sueño, mas nadie puede interpretarlo. (Miketz 41)
Explica la Kabala: La palabra “interprete” se dice “Poter”, y tiene las mismas letras que la palabra “Tofer” que significa “coser”.
La relación es que el verdadero intérprete es quien es capaz de “relacionar” una cosa con la otra, “coser” una cosa con la otra, descubriendo las señales y descodificando códigos divinos.
El Faraón y su gente se dedican a “soñar”, es por eso que para ellos todo es irreal y desencajado de la realidad, pero la genialidad de Iosef es poder engarzar las piezas de un sueño aparentemente ilusorio. Iosef “cosió, unió” cosas que para otros pertenecían al mundo de la ilusión.
La Kabala explica que este mundo es el mundo de la mentira, ya que todo es ilusorio en la mente del “soñador”, pero el Tzadik puede incluso en este mundo transformar la mentira en grandes verdades.
Por eso la palabra mentira se dice “sheker”, pero si se la da vuelta forma “kesher”, que significa “unión”, ya que el objetivo es tratar de encontrar la verdad en la mentira, “uniendo” todos los sucesos hacía el propósito verdadero.
Las letras “Poter” y “Tofer”, también se encuentran en la palabra “Porat”, que significa “fructífero”, ya que el verdadero éxito es poder interpretar los hechos de la vida de modo que converjan en la realidad suprema, aunque parezcan ilusorios y sin sentido.
Las letras “sheker” y “kesher”, también se encuentran en la palabra “keresh”, siendo las columnas del Santuario, ya que el objetivo es trasformar la mentira en verdad, hasta lograr santidad.
No es casualidad que Iosef haya sido el que interpreta las ilusiones, encontrándoles sentido e hilo conductor, ya que Iosef se caracterizó por cuidar su moralidad, teniendo siempre presente a la divinidad, viviendo realidades y no ilusiones.
Explica la Kabala: La palabra “interprete” se dice “Poter”, y tiene las mismas letras que la palabra “Tofer” que significa “coser”.
La relación es que el verdadero intérprete es quien es capaz de “relacionar” una cosa con la otra, “coser” una cosa con la otra, descubriendo las señales y descodificando códigos divinos.
El Faraón y su gente se dedican a “soñar”, es por eso que para ellos todo es irreal y desencajado de la realidad, pero la genialidad de Iosef es poder engarzar las piezas de un sueño aparentemente ilusorio. Iosef “cosió, unió” cosas que para otros pertenecían al mundo de la ilusión.
La Kabala explica que este mundo es el mundo de la mentira, ya que todo es ilusorio en la mente del “soñador”, pero el Tzadik puede incluso en este mundo transformar la mentira en grandes verdades.
Por eso la palabra mentira se dice “sheker”, pero si se la da vuelta forma “kesher”, que significa “unión”, ya que el objetivo es tratar de encontrar la verdad en la mentira, “uniendo” todos los sucesos hacía el propósito verdadero.
Las letras “Poter” y “Tofer”, también se encuentran en la palabra “Porat”, que significa “fructífero”, ya que el verdadero éxito es poder interpretar los hechos de la vida de modo que converjan en la realidad suprema, aunque parezcan ilusorios y sin sentido.
Las letras “sheker” y “kesher”, también se encuentran en la palabra “keresh”, siendo las columnas del Santuario, ya que el objetivo es trasformar la mentira en verdad, hasta lograr santidad.
No es casualidad que Iosef haya sido el que interpreta las ilusiones, encontrándoles sentido e hilo conductor, ya que Iosef se caracterizó por cuidar su moralidad, teniendo siempre presente a la divinidad, viviendo realidades y no ilusiones.
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