30 La asna le dijo a Bilam: ¿Acaso no soy tu asna sobre la que “montaste” toda tu vida hasta este día? (Balak 22)
Explican los Sabios que Bilam en su promiscuidad, tenía relaciones carnales con su asna, “montándola” de manera corrupta y baja.
Por eso no es de extrañar que con su boca solo pretendiera maldecir a la santa nación, ya que cuando la persona se entrega a los apetitos bajos y burdos, todo se distorsiona.
Por eso El Eterno produjo que la asna hablase, para enseñarle que mientras el se degradaba, el pueblo de Israel, a la inversa, puede con su “animal”, “hablar” cuestiones de santidad.
Esa es la gran diferencia entre el camino de Bilam y el de la Torá. Mientras que Bilam degrada su alma a los niveles más bajos de placer, el pueblo de Israel realza su cuerpo, refinándolo, para dejar de ser “animal” convirtiéndose en “parlante”, en persona.
Cuando la persona se santifica genera más bondad en el mundo, trayendo hijos para hacer un mundo mejor, utilizando las relaciones no solo como un mero placer corporal y nada más.
Explican los Sabios que Bilam en su promiscuidad, tenía relaciones carnales con su asna, “montándola” de manera corrupta y baja.
Por eso no es de extrañar que con su boca solo pretendiera maldecir a la santa nación, ya que cuando la persona se entrega a los apetitos bajos y burdos, todo se distorsiona.
Por eso El Eterno produjo que la asna hablase, para enseñarle que mientras el se degradaba, el pueblo de Israel, a la inversa, puede con su “animal”, “hablar” cuestiones de santidad.
Esa es la gran diferencia entre el camino de Bilam y el de la Torá. Mientras que Bilam degrada su alma a los niveles más bajos de placer, el pueblo de Israel realza su cuerpo, refinándolo, para dejar de ser “animal” convirtiéndose en “parlante”, en persona.
Cuando la persona se santifica genera más bondad en el mundo, trayendo hijos para hacer un mundo mejor, utilizando las relaciones no solo como un mero placer corporal y nada más.
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