“Todos aquellos que están erguidos han de prosternarse ante Ti” (De las plegarias)
En ocasión de haber recibido el Rebe un Shtender (mueble para apoyar el Sidur durante la plegaria) como regalo, víspera de Rosh Hashaná, dijo lo siguiente:
Es conocida la historia que en cierto Rosh Hashaná, luego de las plegarias, el Alter Rebe le preguntó a su hijo, Rebe Dov Ber, con que había rezado, (en que había pensado en el momento del rezo), el hijo respondió: Con el versículo de la plegaria: “Todos aquellos que están erguidos han de prosternarse ante Ti”. Luego el hijo preguntó: ¿Y vos, papá? Y el Alter Rebe contestó: “Yo recé con el Shtender…”.
Explica el Rebe dicha historia: Hay dos formas de aproximarse al Eterno, específicamente en Rosh Hashaná:
La primera es entender que uno se debe anular al Eterno, comprender que los que están “erguidos” deben “prosternarse”.
Pero hay un nivel más elevado de sumisión al Eterno, que es cuando uno determina y concluye que no se es nada delante del Eterno.
El primer nivel es limitado, porque depende de la captación de la persona, pudiendo variar, pero el segundo nivel es una sumisión integra, ya que no depende de sentimientos, o filosofías, sino que va más allá de toda percepción.
El segundo nivel es “rezar con el Shtender”. Así como el Shtender está completamente anulado al Eterno, y de esa manera es productivo, ayudando al hombre en su misión, del mismo modo al considerarse uno “inerte”, colabora al objetivo de la creación, dejando sus “grandes postulados” de lado, para escuchar lo que El Eterno tiene para decir.
En ocasión de haber recibido el Rebe un Shtender (mueble para apoyar el Sidur durante la plegaria) como regalo, víspera de Rosh Hashaná, dijo lo siguiente:
Es conocida la historia que en cierto Rosh Hashaná, luego de las plegarias, el Alter Rebe le preguntó a su hijo, Rebe Dov Ber, con que había rezado, (en que había pensado en el momento del rezo), el hijo respondió: Con el versículo de la plegaria: “Todos aquellos que están erguidos han de prosternarse ante Ti”. Luego el hijo preguntó: ¿Y vos, papá? Y el Alter Rebe contestó: “Yo recé con el Shtender…”.
Explica el Rebe dicha historia: Hay dos formas de aproximarse al Eterno, específicamente en Rosh Hashaná:
La primera es entender que uno se debe anular al Eterno, comprender que los que están “erguidos” deben “prosternarse”.
Pero hay un nivel más elevado de sumisión al Eterno, que es cuando uno determina y concluye que no se es nada delante del Eterno.
El primer nivel es limitado, porque depende de la captación de la persona, pudiendo variar, pero el segundo nivel es una sumisión integra, ya que no depende de sentimientos, o filosofías, sino que va más allá de toda percepción.
El segundo nivel es “rezar con el Shtender”. Así como el Shtender está completamente anulado al Eterno, y de esa manera es productivo, ayudando al hombre en su misión, del mismo modo al considerarse uno “inerte”, colabora al objetivo de la creación, dejando sus “grandes postulados” de lado, para escuchar lo que El Eterno tiene para decir.
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