13 Entonces dirás ante El Eterno, tu Dios: He separado las cosas santas de la casa y también se las he dado al levita, al prosélito, al huérfano y a la viuda… 15 Contempla desde Tu sagrada morada, desde los cielos, y bendice a Tu pueblo Israel y al suelo que nos diste, tal como juraste a nuestros antepasados, una Tierra en la que fluye la leche y la miel (Ki Tavó 26)
Explican los Sabios: Son dos cosas que hay que tener en cuenta al dar.
Hay que darle al “Levita”, a los encargados del santuario, y a los pobres, “al prosélito al huérfano y a la viuda”.
En términos espirituales: El “levita” hace referencia al alma. La persona tiene que evaluar en primer lugar cuanto le da a las cuestiones del alma. Luego se debe evaluar, cuanto se da a las cuestiones del “cuerpo”, al pobre.
Una vez que la persona “entrega” lo que debe entregar a su cuerpo y a su alma, y a su entorno, puede dirigirse al Eterno y decirle: “Contempla… y bendice…”
Explican los Sabios: Son dos cosas que hay que tener en cuenta al dar.
Hay que darle al “Levita”, a los encargados del santuario, y a los pobres, “al prosélito al huérfano y a la viuda”.
En términos espirituales: El “levita” hace referencia al alma. La persona tiene que evaluar en primer lugar cuanto le da a las cuestiones del alma. Luego se debe evaluar, cuanto se da a las cuestiones del “cuerpo”, al pobre.
Una vez que la persona “entrega” lo que debe entregar a su cuerpo y a su alma, y a su entorno, puede dirigirse al Eterno y decirle: “Contempla… y bendice…”
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