“El Eterno dirige los pasos del hombre y lo pone en el camino que a El le agrada" (Salmo 37, 23)
Explican los Sabios: La persona no va, sino que lo llevan, y en cada lugar que se encuentra debe preguntarse: ¿Qué desea El Eterno de mi? ¿Cual es “el camino que a El le agrada”?
“Hashem dirige los pasos del hombre”, haciendo que la persona transite por sendas que ayuden a acrecentar la gloria del Eterno en el mundo, “caminos que a El le agraden”.
El esfuerzo de la persona en su trabajo no debe estar centrado en querer demostrar con grandes argumentos el valor y la importancia de su mercadería, ya que en definitiva Hashem envía el sustento a la persona, y no es la persona que convence a los demás en comprar.
Sino que el esfuerzo verdadero debe estar centrado en tratar de interpretar el sentido de porque Hashem pone a la persona en cada situación y situación, de modo que siempre haya como resultado un beneficio espiritual en cada encuentro con el prójimo.
Explican los Sabios: La persona no va, sino que lo llevan, y en cada lugar que se encuentra debe preguntarse: ¿Qué desea El Eterno de mi? ¿Cual es “el camino que a El le agrada”?
“Hashem dirige los pasos del hombre”, haciendo que la persona transite por sendas que ayuden a acrecentar la gloria del Eterno en el mundo, “caminos que a El le agraden”.
El esfuerzo de la persona en su trabajo no debe estar centrado en querer demostrar con grandes argumentos el valor y la importancia de su mercadería, ya que en definitiva Hashem envía el sustento a la persona, y no es la persona que convence a los demás en comprar.
Sino que el esfuerzo verdadero debe estar centrado en tratar de interpretar el sentido de porque Hashem pone a la persona en cada situación y situación, de modo que siempre haya como resultado un beneficio espiritual en cada encuentro con el prójimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario