“Este es el camino de la Torá: Pan con sal comerás...” (Avot 6)
Explican los Sabios que en el pan se encuentra todo lo necesario para la manutención de la persona.
Hoy en día el pan está desabrido, a causa del pecado del consumo del fruto prohibido. Es por eso que al pan se le debe agregar sal para darle gusto, y es por eso que la persona tiene que alimentarse con otras cosas además de pan.
Pero en Rosh Hashaná se pretende que la persona rectifique el pecado del primer hombre, y es por intermedio de untar el pan en miel.
Sobre la Maná, alimento celestial, libre de impureza, y totalmente refinado, esta escrito: 31 La Casa de Israel lo llamó maná. Era como una semilla de cilantro, blanca y con sabor a una masa frita en miel. (Beshalaj 16)
Claramente la Torá relaciona a la Maná con la “miel”. Es decir que el alimento refinado tiene la “dulzura” de la miel, capaz de alimentar a la persona.
Es por eso que en Rosh Hashaná, día en que se pretende refinar el pecado original, se unta el pan en “miel”, aludiendo que a través de la Teshuvá la persona se pondrá alimentar de lo “dulce” del pan, sin necesidad de untarlo en sal.
La persona debe saber que cuando hace Teshuvá le espera una vida “dulce” como la miel.
Explican los Sabios que en el pan se encuentra todo lo necesario para la manutención de la persona.
Hoy en día el pan está desabrido, a causa del pecado del consumo del fruto prohibido. Es por eso que al pan se le debe agregar sal para darle gusto, y es por eso que la persona tiene que alimentarse con otras cosas además de pan.
Pero en Rosh Hashaná se pretende que la persona rectifique el pecado del primer hombre, y es por intermedio de untar el pan en miel.
Sobre la Maná, alimento celestial, libre de impureza, y totalmente refinado, esta escrito: 31 La Casa de Israel lo llamó maná. Era como una semilla de cilantro, blanca y con sabor a una masa frita en miel. (Beshalaj 16)
Claramente la Torá relaciona a la Maná con la “miel”. Es decir que el alimento refinado tiene la “dulzura” de la miel, capaz de alimentar a la persona.
Es por eso que en Rosh Hashaná, día en que se pretende refinar el pecado original, se unta el pan en “miel”, aludiendo que a través de la Teshuvá la persona se pondrá alimentar de lo “dulce” del pan, sin necesidad de untarlo en sal.
La persona debe saber que cuando hace Teshuvá le espera una vida “dulce” como la miel.
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