27 Él se acercó y lo besó; olió el aroma de su ropa y lo bendijo. Dijo: Mira, el aroma de mi hijo es como el aroma de un campo bendecido por El Eterno. (Toldot 27)
Explican los Sabios que el “aroma de campo” que percibió Itzjak en Iaacov, hace referencia a un “campo de manzanas”.
También dicen los Sabios que al entrar Iaacov, su padre pudo percibir el aroma al paraíso.
La “manzana” no solo tiene buen aroma, sino que tiene buen gusto. Esto significa que los Tzadikim hacen coincidir su exterior con su interior, su boca con el corazón, siendo consecuentes, transformando sus vidas en verdaderos paraísos.
En realidad, Iaacov llevaba con el pieles de chivo, que no gozan de un buen aroma, pero el fue capaz de transformar el “mal” aroma, por un aroma de “bendición”, a través de su trabajo espiritual.
Mientras que al entrar Esav, su padre pudo percibir el aroma al infierno, ya que los malvados degradan todo lo que está en sus manos.
Explican los Sabios que el “aroma de campo” que percibió Itzjak en Iaacov, hace referencia a un “campo de manzanas”.
También dicen los Sabios que al entrar Iaacov, su padre pudo percibir el aroma al paraíso.
La “manzana” no solo tiene buen aroma, sino que tiene buen gusto. Esto significa que los Tzadikim hacen coincidir su exterior con su interior, su boca con el corazón, siendo consecuentes, transformando sus vidas en verdaderos paraísos.
En realidad, Iaacov llevaba con el pieles de chivo, que no gozan de un buen aroma, pero el fue capaz de transformar el “mal” aroma, por un aroma de “bendición”, a través de su trabajo espiritual.
Mientras que al entrar Esav, su padre pudo percibir el aroma al infierno, ya que los malvados degradan todo lo que está en sus manos.
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