“Un manantial saldrá de la casa del Eterno y regará el arroyo de Shitim." (Ioel 4, 18).
Explica la Kabala que la palabra “Shitim” tiene la misma raíz que “Shetut” que significa “tontería”.
Es decir que el “manantial del Eterno” debe “regar” a la “tontería” de este mundo, de modo que sea revertida, dejando de ocultar a la divinidad, para revelarla cada vez más.
Es sabido que al principio de la creación El Eterno creó las “aguas de arriba" y las “aguas de abajo”. Las aguas de arriba son las aguas celestiales, que no están contaminadas, mientras que las aguas de abajo son las que están contaminadas con la “tonterías” que ofrece este mundo, siendo el deber de la persona traer cada vez más “cielo” a la “tierra”.
El Arca Sagrada en donde se depositaba la sagrada Ley en el Santuario, estaba confeccionada de árboles de acacias. Las acacias se dicen “Shitim”, ya que todo el objetivo de la Torá es transformar toda la tontería de este mundo, de modo de que la persona quiera solo servir al Eterno.
Explica la Kabala que la palabra “Shitim” tiene la misma raíz que “Shetut” que significa “tontería”.
Es decir que el “manantial del Eterno” debe “regar” a la “tontería” de este mundo, de modo que sea revertida, dejando de ocultar a la divinidad, para revelarla cada vez más.
Es sabido que al principio de la creación El Eterno creó las “aguas de arriba" y las “aguas de abajo”. Las aguas de arriba son las aguas celestiales, que no están contaminadas, mientras que las aguas de abajo son las que están contaminadas con la “tonterías” que ofrece este mundo, siendo el deber de la persona traer cada vez más “cielo” a la “tierra”.
El Arca Sagrada en donde se depositaba la sagrada Ley en el Santuario, estaba confeccionada de árboles de acacias. Las acacias se dicen “Shitim”, ya que todo el objetivo de la Torá es transformar toda la tontería de este mundo, de modo de que la persona quiera solo servir al Eterno.
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