“Vuelve, virgen de Israel, vuelve a estas ciudades…” (Jeremías 31, 21)
Explican los Sabios: Cuando el pueblo de Israel se descarría, se impurifica, deja su “virginidad”, optando por caminos impropios a su esencia, recibiendo de agentes foráneos al Eterno.
Entonces, ¿Cómo se puede pretender que la “virginidad” regrese a Israel, si se impurificó yendo por caminos errados? ¿Cómo se puede pretender que “vuelva la virgen”, si en realidad una “virgen” nunca pecó?
Explican los Sabios: Cuando la persona hace Teshuvá, El Eterno perdona todos los pecados de la persona, regresando todo al estado de “virginidad” primario.
Por eso exhorta el profeta que “vuelve Israel” y regrese a ser “virgen” nuevamente.
El mes de Elul corresponde a la energía de “Virgo”, virgen, siendo el mes indiscutido de la Teshuvá en aras de acercarse al Eterno en el día del juicio de Rosh Hashana, queriendo enfatizar dicho mes que cuando la persona regresa al Creador, queda “virgen”, dispuesto a recibir del Eterno, y de ningún otro agente foráneo.
Explican los Sabios: Cuando el pueblo de Israel se descarría, se impurifica, deja su “virginidad”, optando por caminos impropios a su esencia, recibiendo de agentes foráneos al Eterno.
Entonces, ¿Cómo se puede pretender que la “virginidad” regrese a Israel, si se impurificó yendo por caminos errados? ¿Cómo se puede pretender que “vuelva la virgen”, si en realidad una “virgen” nunca pecó?
Explican los Sabios: Cuando la persona hace Teshuvá, El Eterno perdona todos los pecados de la persona, regresando todo al estado de “virginidad” primario.
Por eso exhorta el profeta que “vuelve Israel” y regrese a ser “virgen” nuevamente.
El mes de Elul corresponde a la energía de “Virgo”, virgen, siendo el mes indiscutido de la Teshuvá en aras de acercarse al Eterno en el día del juicio de Rosh Hashana, queriendo enfatizar dicho mes que cuando la persona regresa al Creador, queda “virgen”, dispuesto a recibir del Eterno, y de ningún otro agente foráneo.
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