1 Si un hombre se casa con
una mujer y vive con ella, y aconteciere que ella no halla gracia a los ojos de
él, pues él halló en ella algo abominable y le escribió una declaración de
divorcio, y se la entregó en la mano, y la hizo ir de su casa (Ki Tetzé 23)
Resulta
interesante resaltar que las leyes del casamiento se aprenden de las leyes del
divorcio. La Torá toma aparentemente como secundario el tema del casamiento tan
solo para explicar como son las leyes del divorcio. ¿Por qué?
La
explicación es que no hay que tomar al casamiento como algo natural, sino que
hay que tener presente que siempre está latente el divorcio.
Es
por eso que el acto de casamiento es una tarea de todos los días, dependiendo
del trabajo de los conyugues para mantener vivo el matrimonio.
Lo
natural es el divorcio ya que las personas nacen separadas unas de las otras, y
por eso del divorcio que es lo natural se aprende el casamiento que es el
trabajo a realizar.
Hoy
en día en donde abunda el desentendimiento es interesante ver la visión de la
Torá que exhorta a la persona a trabajar por la unión.
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