21 Dijo El Eterno: He aquí
que hay un sitio cerca de Mí; puedes pararte sobre la roca. (Ki
Tisá 33)
Hay cierto tipo de “rocas”
que al golpearlas una con la otra pueden hacer surgir de su interior fuego.
Dicen los Sabios que La “roca”
en este contexto alude al arrepentimiento, ya que la persona al transgredir el
camino correcto se torna insensible cual una “roca”, pero en su interior
siempre posee “fuego” que al retornar al buen camino surge de su interior.
Lo que la Torá hace
referencia es que existe el tiempo y el espacio, “un sitio…”, y puede ser que
dicho tiempo y espacio no se haya utilizado correctamente, pero más allá de
todo se encuentra el arrepentimiento, “puedes pararte sobre la roca”.
El arrepentimiento sincero es
capaz de subsanar y enmendar incluso el pasado, generando una devoción, un “fuego”
tal que nunca antes había surgido.
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