23 El Eterno le dijo a Moshé: ¿Acaso la mano de El Eterno
está limitada? …31 Un viento salió de El Eterno y sopló codornices (Shlav) desde
el mar, y las extendió por todo el campamento… (Behaalotjá 11)
Explican los Sabios: Las aves que hizo aparecer El Eterno al
pueblo en el desierto se llamó “Shlav”. Dicha palabra se relaciona con la
palabra “Shalvá”, que significa “paz”.
El Eterno quiso demostrar que Su soberanía está en el cielo
y en la tierra, “¿Acaso la mano de El Eterno está limitada?”.
La persona puede encontrar, si así lo desea, la “paz” en este mundo, y por eso a la queja del pueblo
en el desierto le siguió el “Shlav”.
Dicen los Sabios que el “Shlav” mencionado en la Torá era
una ave por demás grasosa.
La “grasa” alude a la sabiduría divina, la grasa se
convierte en “aceite” que sirve para iluminar. Mientras que la carne alude a lo
material desprovisto de sabiduría, la mera
carne sin alma.
Enviando el “Shlav”, El Eterno pretendió significar que está
en manos de la persona atenuar todo rigor, haciendo que la “grasa”, el aceite y
la luz, este sobre la “carne”, la
materia, y de este modo traer paz al ser humano en la tierra.
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