23 Llegaron a Mará, pero
no pudieron beber las aguas de Mará, pues eran amargas; por eso lo llamaron
Mará. El pueblo se quejó ante Moshé, diciendo: ¿Qué beberemos? … 27 Llegaron
a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras; allí acamparon
junto al agua. (Beshalaj 15)
Explican los Sabios: Las “doce
fuentes de agua” aluden a las dice tribus de Israel, mientras que las “setenta
palmeras” aluden a los setenta ancianos que iluminaban al pueblo con su sabiduría
en el desierto.
“Mará” significa “amargo”, y
fue en ese lugar en donde el pueblo se quejó, aludiendo dicha amargura a los
pecados del pueblo en el desierto, la falta de fe que origina la queja.
A continuación de lo “amargo”
viene lo “dulce”, la alabanza del pueblo de Israel, las “doce tribus”, los “setenta
ancianos”.
Las “palmeras” estaban
incluso antes del amargo pecado, también las fuentes de agua. Todo esto alude a
que incluso que la persona se aleja del Eterno, en su fuero interno posee un
alma tan grande y poderosa que es capaz de hacer regresar a la persona de su
vanidad, si así lo desea. Dicha alma pura y sana se encuentra en la persona mucho
antes del pecado.
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