“Los años de nuestra vida
suman setenta, si con mucho vigor,
ochenta; en su mayoría son solo afán y futilidad…” (Salmo 90, 10)
Explican los Sabios: La
persona vive preocupada, sin tranquilidad, con “afán y futilidad”.
En lugar de tener fe y
paciencia, la persona transita por la vida con intranquilidad.
Una persona conciente sabe
que El Eterno le provee todo lo que necesita, y por eso puede lograr paz, sin
pensamientos molestos que lo alejan de la fe.
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