“Elévate, Juez de la tierra,
dales su merecido a los soberbios” (Salmo 68, de las plegarias)
Explican los Sabios: Cuando
la espiritualidad está “baja” en la persona, los altaneros y soberbios,
prosperan y festejan, pero cuando se “Eleva el juicio en la tierra”, “Elévate,
Juez de la tierra”, entonces, los “soberbios tienen su merecido”, “dales su
merecido a los soberbios”.
La maldad prospera cuando la
moralidad está en decadencia, pero cuando la espiritualidad crece en la
persona, no solo que la maldad desaparece, sino que se torna hacia el lado del
bien, transformando la oscuridad en luz, como se puede ver en la historia de Purim que el pueblo pudo apreciar grandes victorias.
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