“Entonces clamaron al Eterno
en su angustia, Él los salvó de sus aflicciones. (Salmo 107, 13)
Explican los Sabios:
Justamente cuando uno desde la “angustia” clama al Eterno de todo corazón, es
salvado.
Es sabido que los patriarcas
eran estériles, y los Sabios explican que el motivo de su sufrimiento fue debido
que El Eterno se deleita de la aproximación
de los justos a El.
La plegaria sincera de lo
profundo del corazón, rompe todos los cielos. No es lo mismo la plegaria en la
tranquilidad, que la plegaria en la tribulación, siendo la última respondida
porque proviene de un corazón contrito.
La gente tiende a desfallecer
ante la adversidad, pero es justamente en los momentos difíciles es en donde El
Eterno espera que la persona se acerque, respondiendo su plegaria.
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