Haciendo de nuestra vida un Santuario

Haciendo de nuestra vida un Santuario

Dentro del Santuario, que Hashen ordenó confeccionar a los Iehudim, se encontraban algunos elementos, que a pesar que todo este tema escapa a nuestro entendimiento, debido a su elevación, de todos modos debemos tratar de comprender lo que esta a nuestro alcance.

Los elementos eran los siguientes: 1. El altar de los sacrificios. 2. Kior (Fuente de agua donde los Cohanim se lavaban las manos y los pies previo a comenzar con el servicio). 3. El altar donde se ofrendaban una mezcla de diferentes especias aromáticos llamado incienso. 4. La mesa en donde se depositaban los doce panes. 5. El candelabro de siete brazos. y 7. El arca sagrada en donde se depositaba la ley.

Explican nuestros sabios que el santuario en general alude a nuestro santuario en particular y es menester de nosotros tratar de analizar todos estos conceptos para poder traer santidad a nuestra vida y poder vivir con pleno sentido.

La persona necesita para poder desarrollarse sanamente de varios ingredientes que van de lo material y siguen por lo sentimental, social, intelectual y espiritual. Todos estos conceptos los vemos, en forma sorprendente, en el Santuario.

Las ofrendas de animales y el agua con la cual los Cohanim se lavaban: Aluden al sustento más básico, comida y bebida, sin estos componentes la persona sufriría y se le dificultaría avanzar en el logro de su desarrollo.

Luego tenemos el altar del incienso: Representa a los sentimientos sanos y la comunicación correcta que deben ser cultivados en cada familia, ya que el incienso esta relacionado con el aroma, que a la vez esta relacionado con la respiración, que tiene que ver con los sentimientos, debido a que según el ritmo de la respiración podemos apreciar el estado de ánimo del ser humano.

Después, tenemos la mesa en la cual se depositaban doce panes: Esto hace referencia a la interacción de la familia con la sociedad, debido a que los doce panes representaban a las doce tribus, distintas y diferentes pero bajo un mismo fin, del mismo modo los padres deben dar a sus hijos las herramientas para que ellos puedan tolerar diferentes postura de la sociedad, sabiendo que todos somos diferentes, pero los diferentes criterios deben contribuir a una unión mas sólida.

Sigue a continuación, La Menorá o candelabro: Que representa la luz intelectual. “La Torá” que debe iluminar todas las tinieblas. Es en el marco de la familia en donde se debe inducir a los hijos a que vayan por el camino del saber discernir la luz, disipando la oscuridad.

Y al final tenemos el Arca sagrada que alude a lo más elevado, a lo espiritual. El hogar debe ser fuente en donde los niños puedan recibir la forma de adherirse al Eterno.
Arriba del Arca estaban dos Querubines, enfrentados entre ellos, mirando hacia abajo, hacia la Torá. Esto representan a los padres que deben mirarse fraternalmente entre ellos, poniendo su mirada en la Torá.

De este modo saldrán del seno de nuestras familias hijos sanos y viables por el camino del judaísmo.