Dejá de ser Autista

Dejá de ser Autista

Vivimos en un mundo donde cada uno se preocupa solo por si mismo, sin importarle el bienestar de los demás. Todo el bien que uno puede llegar a realizar, es para obtener algún rédito, como un animal que su instinto le indica hacer lo posible por sobrevivir. Como un autista que solo conoce su mundo.

Nuestra Torá nos indica que para recibir el calificativo de “Humano”, debemos dejar de preocuparnos tan solo por nosotros, trascender nuestro ego y procurar el bien hacía los demás.

Prácticamente todos los rezos de los libros de oración comienzan con las palabras: “Cúranos”, “Sálvanos”, “Bendícenos”. Esto nos habla de cual debe ser nuestra manera de relacionarnos con la sociedad, y aunque la naturaleza nos indique que solo debemos pedir por nuestro bienestar, tenemos que pedirle a Hashem, que nos haga entender, que el mejor pedido es por todos, que todos estén bien, así refinaremos nuestro corazón, haciéndonos mas sensibles.

En nuestra tradición se habla mucho del “Shalom”, la paz. Todas las peleas y malos entendidos son debido a que cada uno quiere prevalecer por sobre su compañero, pero, si la persona entendiera que no vinimos a este mundo a tomar lo máximo posible, sino a dar, no habría peleas ni discordias. Este es el verdadero “Shalom”: Cuando uno quiere dar al prójimo y no tan solo sacar tajada de todo.
Pensamos que la verdadera vida está en pasarla lo mejor posible, disfrutando a pleno, pero nos dice la Torá que la vida pasa por apegarse a Hashem, que su atributo es ser clemente y misericordioso.

Pensamos que la bendición nos llega cuando acumulamos la mayor cantidad de bienes pero en realidad la verdadera bendición es cuando Hashem nos bendice con un corazón sensible capaz de ayudar.

Creemos que lo bueno es tan solo satisfacer nuestras necesidades, mientras que lo bueno está relacionado con Hashem y se plasma cuando ayudamos a los demás.

Este es el espíritu del pedido que le hacemos varias veces al día a Hashem, al terminar nuestras plegarias: “Impón paz, bondad, y bendición, vida, gracia, benevolencia y misericordia sobre nosotros y sobre todo Tu pueblo”.

No solo para nosotros, sino para todos. Así estaremos cumpliendo nuestro objetivo, dejando de ser como los animales que existen para sobrevivir y nos elevaremos al digno nivel de “Personas”.

Solo estudiando la Torá, encontraremos la fórmula para poder encontrar la espiritualidad y la energía para poder lograrlo.