Querido Haffner: ¿Haber si entendí bien?
Este Iom Kipur gritaremos todos al unísono: “Teshuva, Tefila, Tzedaká”, que sería traducido al idioma de Cervantes: “Arrepentimiento, Plegaria y caridad”.
La vida es una escalera al cielo, la escalera de Iakov donde los ángeles subían y bajaban.
Es por eso que debemos esmerarnos en subirla, comenzando con la “Teshuva” que sería un dialogo interno con nosotros mismos, tratando de marcar rumbo en nuestras vidas, analizando que todo este en regla.
Luego debe seguir la “Tefila”, ese contacto con el Creador tan esencial y vital para nuestra existencia, agradeciendo y pidiendo asistencia. Pero no nos olvidemos en ese querer trascender, de nuestro bello mundo, recordando que al mundo le falta un tornillo y necesita de nuestro aporte, “Tzedaka”.
Los ángeles deben subir por dicha escalera, pero pensemos que también deben bajar.
Este Iom Kipur gritaremos todos al unísono: “Teshuva, Tefila, Tzedaká”, que sería traducido al idioma de Cervantes: “Arrepentimiento, Plegaria y caridad”.
La vida es una escalera al cielo, la escalera de Iakov donde los ángeles subían y bajaban.
Es por eso que debemos esmerarnos en subirla, comenzando con la “Teshuva” que sería un dialogo interno con nosotros mismos, tratando de marcar rumbo en nuestras vidas, analizando que todo este en regla.
Luego debe seguir la “Tefila”, ese contacto con el Creador tan esencial y vital para nuestra existencia, agradeciendo y pidiendo asistencia. Pero no nos olvidemos en ese querer trascender, de nuestro bello mundo, recordando que al mundo le falta un tornillo y necesita de nuestro aporte, “Tzedaka”.
Los ángeles deben subir por dicha escalera, pero pensemos que también deben bajar.
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