“Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para la vida eterna, otros para el oprobio” (Daniel 12, 2)
Esta escrito: “la sabiduría hace vivir al que la posee” (Eclesiastés 7, 12)
Al encontrar la persona un concepto original en la Torá, que le era desconocido hasta el momento, “Revive” dicha persona, haciendo que los que “Duermen en el polvo de la tierra se despierten”.
Está escrito: “Los caminos del Señor son rectos: por ellos caminarán los justos, pero los rebeldes tropezarán en ellos” (Oseas 14, 10)
No hay nada más gratificante que encontrar un “Intelecto recto”. Al encontrarlo y vivir con dicho mensaje, la persona se encamina por un camino de bendiciones plenas.
Pero los malvados que saben del “Intelecto recto”, pero no viven con el, viven una vida de “tropiezos y oprobio”.
Una persona que vive constantemente con la fe y la sabiduría que de ella emana, vive una vida alegre, llena de emoción.
Dice el Rabi Najman: Una persona que encuentra la sabiduría interior y vive con ella, descubriendo constantemente ideas originales en la Torá, pude sustentarse de dicha sabiduría, prescindiendo de alimento.
Esta escrito: “la sabiduría hace vivir al que la posee” (Eclesiastés 7, 12)
Al encontrar la persona un concepto original en la Torá, que le era desconocido hasta el momento, “Revive” dicha persona, haciendo que los que “Duermen en el polvo de la tierra se despierten”.
Está escrito: “Los caminos del Señor son rectos: por ellos caminarán los justos, pero los rebeldes tropezarán en ellos” (Oseas 14, 10)
No hay nada más gratificante que encontrar un “Intelecto recto”. Al encontrarlo y vivir con dicho mensaje, la persona se encamina por un camino de bendiciones plenas.
Pero los malvados que saben del “Intelecto recto”, pero no viven con el, viven una vida de “tropiezos y oprobio”.
Una persona que vive constantemente con la fe y la sabiduría que de ella emana, vive una vida alegre, llena de emoción.
Dice el Rabi Najman: Una persona que encuentra la sabiduría interior y vive con ella, descubriendo constantemente ideas originales en la Torá, pude sustentarse de dicha sabiduría, prescindiendo de alimento.
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