“Y Haz, por favor, Hashem nuestro Dios, que las palabras de Tu Torá sean placenteras en nuestra boca y en la boca de todo Tu pueblo, la Casa de Israel, y que nosotros y nuestros hijos y los hijos de Tu pueblo entero, la Casa de Israel, seamos todos conocedores de Tu Nombre y estudiantes de Tu Torá… (De las plegarias matutinas)
Debe la persona pedir al Eterno que las palabras de la Torá sean para nosotros “Placenteras” para que de este modo “Nuestros hijos” se encaminen también en ellas.
Solo mostrando la belleza de nuestra sagrada tradición a nuestros descendientes, haremos que ellos adopten sobre su persona el legado.
Si los hijos ven que todo es rígido y pesado, provablemte querrán apartarse del camino, pero al ver lo placentero de ser judío, percibieran el privilegio de pertenecer a esta noble nación.
Debe la persona pedir al Eterno que las palabras de la Torá sean para nosotros “Placenteras” para que de este modo “Nuestros hijos” se encaminen también en ellas.
Solo mostrando la belleza de nuestra sagrada tradición a nuestros descendientes, haremos que ellos adopten sobre su persona el legado.
Si los hijos ven que todo es rígido y pesado, provablemte querrán apartarse del camino, pero al ver lo placentero de ser judío, percibieran el privilegio de pertenecer a esta noble nación.
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