“Sálvame del poder de los extranjeros, que dicen mentiras con la boca y tienen las mano diestra llenas de traición”. (Salmo 144, 11)
Explican los Sabios: La persona debe cuidar lo que saca de su boca, de modo que sea todo según lo indica la Torá.
De lo contrario, al decir mentiras, provoca que su “mano diestra”, no actue correctamente.
La “mano diestra”, la derecha, corresponde al atributo de bondad. Es decir que cunado la persona no utiliza correctamente su habla, para Torá y plegaria, su “derecha”, su bondad, se distorsiona, provocando una “derecha”, una bondad impura, dando alimento a los poderes del mal, en lugar de acrecentar la misericordia divina en el mundo.
Al conducirse correctamente, el habla como consecuencia es correcta, no dando lugar a la degradación de la bondad.
Explican los Sabios: La persona debe cuidar lo que saca de su boca, de modo que sea todo según lo indica la Torá.
De lo contrario, al decir mentiras, provoca que su “mano diestra”, no actue correctamente.
La “mano diestra”, la derecha, corresponde al atributo de bondad. Es decir que cunado la persona no utiliza correctamente su habla, para Torá y plegaria, su “derecha”, su bondad, se distorsiona, provocando una “derecha”, una bondad impura, dando alimento a los poderes del mal, en lugar de acrecentar la misericordia divina en el mundo.
Al conducirse correctamente, el habla como consecuencia es correcta, no dando lugar a la degradación de la bondad.
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