23 Cuando viniereis a la tierra y plantareis cualquier árbol frutal, consideraréis a sus frutos prohibidos; durante tres años os serán prohibidos, no se comerán. (Kedoshim 19)
Explica el Rebe: A la “tierra” se “viene” a trabajar, a “plantar”. El “fruto” del trabajo es verá a la larga, pero lo que debe quedar en claro que la tarea sobre la tierra es ardua y constante.
Dice el Midrash que el hombre fue creado víspera de Shabat. Precisamente tres horas antes del sagrado día, y si hubiera sido meritorio, y no hubiera pecado, el mismo fruto del árbol prohibido, que según una opinión era vid, le hubiera servido de Kidush para Shabat, pero al pecar, el mismo fruto le jugó en contra, trayendo confusión al mundo, hasta el día de hoy.
Es por eso, explica el Rebe, que se prohíbe consumir el “fruto” de la “tierra” durante “tres” años, para aprender a tener paciencia, ya que la falta de la misma originó todos los males.
Hashem al dar la MItzvá en cuestión, quiere que la persona rectifique su alma, no siendo precipitado, de modo que pueda volver a ingresar al paraíso.
Explica el Rebe: A la “tierra” se “viene” a trabajar, a “plantar”. El “fruto” del trabajo es verá a la larga, pero lo que debe quedar en claro que la tarea sobre la tierra es ardua y constante.
Dice el Midrash que el hombre fue creado víspera de Shabat. Precisamente tres horas antes del sagrado día, y si hubiera sido meritorio, y no hubiera pecado, el mismo fruto del árbol prohibido, que según una opinión era vid, le hubiera servido de Kidush para Shabat, pero al pecar, el mismo fruto le jugó en contra, trayendo confusión al mundo, hasta el día de hoy.
Es por eso, explica el Rebe, que se prohíbe consumir el “fruto” de la “tierra” durante “tres” años, para aprender a tener paciencia, ya que la falta de la misma originó todos los males.
Hashem al dar la MItzvá en cuestión, quiere que la persona rectifique su alma, no siendo precipitado, de modo que pueda volver a ingresar al paraíso.
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