“En Sucot habitarán siete días, todo habitante de Israel habitará en Sucot, pues en Sucot hice permanecer a los hijos de Israel cuando los saqué de Egipto” (Emor23).
Dice la Ley en referencia a la Sucá: La sombra debe ser mayor al ingreso de los rayos solares, de modo que cumpla la función de “Sucá”, de cabaña.
Explican los Sabios: Es menester de cada persona que la “sombra”, el amparo divino, no deje que penetre demasiado los “rayos solares”, la “fiebre” por los temas de este mundo.
Esto se logra cuando la persona deja su casa para ir al exterior y confeccionar su sombra, Su “Sucá”, aludiendo a que uno debe dejar sus concepciones ya establecidas, como una “casa”, para comenzar a vivir “fuera de casa”, fuera de las concepciones preconcebidas.
Cuando la persona está dispuesta a avanzar constantemente, “saliendo” de lo ya establecido, para conocer nuevos horizontes de santidad, paulatinamente, la “sombra” no dejará pasar al “sol” de lo mundano.
Dice la Ley en referencia a la Sucá: La sombra debe ser mayor al ingreso de los rayos solares, de modo que cumpla la función de “Sucá”, de cabaña.
Explican los Sabios: Es menester de cada persona que la “sombra”, el amparo divino, no deje que penetre demasiado los “rayos solares”, la “fiebre” por los temas de este mundo.
Esto se logra cuando la persona deja su casa para ir al exterior y confeccionar su sombra, Su “Sucá”, aludiendo a que uno debe dejar sus concepciones ya establecidas, como una “casa”, para comenzar a vivir “fuera de casa”, fuera de las concepciones preconcebidas.
Cuando la persona está dispuesta a avanzar constantemente, “saliendo” de lo ya establecido, para conocer nuevos horizontes de santidad, paulatinamente, la “sombra” no dejará pasar al “sol” de lo mundano.
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