11 Pues este precepto que te ordeno hoy, no está oculto de ti y no está lejos. 14 Más bien, esto está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que lo realices. (Nitzabim 30)
En una oportunidad el Rebe contó una historia: Una vez cierto Rab se disponía a faenar ritualmente una gallina. Al comenzara a recitar la bendición correspondiente previo al acto, entró dicho Rab en un estado de éxtasis y devoción al meditar sobre las cuestiones místicas que encierran el Precepto de Shejitá. Mientras tanto la gallina se escapó. Al despertar de su transe, el Rab preguntó: ¿Dónde está la gallina?...
Indudablemente la persona tiene que percatarse de las devociones inherentes a cada Precepto y Precepto, pero lo que uno no debe permitirse es que la devoción y la pasión sea un obstáculo para el cumplimiento real de las Mitzvot.
Los “Preceptos” deben estar “cercanos” a la persona, no solo en su “boca” y en su “corazón”, sino también, y principalmente, en la “acción”.
En una oportunidad el Rebe contó una historia: Una vez cierto Rab se disponía a faenar ritualmente una gallina. Al comenzara a recitar la bendición correspondiente previo al acto, entró dicho Rab en un estado de éxtasis y devoción al meditar sobre las cuestiones místicas que encierran el Precepto de Shejitá. Mientras tanto la gallina se escapó. Al despertar de su transe, el Rab preguntó: ¿Dónde está la gallina?...
Indudablemente la persona tiene que percatarse de las devociones inherentes a cada Precepto y Precepto, pero lo que uno no debe permitirse es que la devoción y la pasión sea un obstáculo para el cumplimiento real de las Mitzvot.
Los “Preceptos” deben estar “cercanos” a la persona, no solo en su “boca” y en su “corazón”, sino también, y principalmente, en la “acción”.
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