1 El Eterno le dijo a Abram: Vete de tu tierra, de tus familiares y de la casa de tu padre, a la tierra que he de mostrarte. 8… y allí construyó un altar para El Eterno e invocó a El Eterno por Su Nombre. (Lej Lejá 12)
Explican los Sabios que Abaham tuvo que salir de su lugar de origen rumbo a un lugar desconocido, padeciendo todos los sufrimientos de una persona nómada y forastera, dejando las comodidades a la que estaba acostumbrada.
Es por eso que “construyo un Altar invocando la asistencia del Eterno”, de modo que la pobreza no lo hiciera abandonar el camino de la fe.
Pero incluso en la riqueza, Abraham invocó la presencia del Eterno, de modo que la bonanza no lo hiciera olvidar la Presencia del Eterno.
Por eso, un a vez que Abraham asciende de Egipto, donde tuvo que partir por la hambruna reinante en la tierra de Israel, retorna con grandes fortunas, como está escrito:
1 Y Abram ascendió de Egipto…2 Abram iba muy cargado de ganado, plata y oro…4 hacia el sitio del altar que había erigido al principio; y allí Abram invocó a El Eterno por Su Nombre. (Lej Lejá 13)
Abraham invocó al Eterno, de modo de poder afrontar la prueba de la riqueza.
En definitiva, tanto la prueba de la pobreza, como la prueba de la riqueza pueden apartar a la persona del Eterno, debiendo la persona invocar constantemente la ayuda divina, de modo de no apartarse nunca del buen camino.
Explican los Sabios que Abaham tuvo que salir de su lugar de origen rumbo a un lugar desconocido, padeciendo todos los sufrimientos de una persona nómada y forastera, dejando las comodidades a la que estaba acostumbrada.
Es por eso que “construyo un Altar invocando la asistencia del Eterno”, de modo que la pobreza no lo hiciera abandonar el camino de la fe.
Pero incluso en la riqueza, Abraham invocó la presencia del Eterno, de modo que la bonanza no lo hiciera olvidar la Presencia del Eterno.
Por eso, un a vez que Abraham asciende de Egipto, donde tuvo que partir por la hambruna reinante en la tierra de Israel, retorna con grandes fortunas, como está escrito:
1 Y Abram ascendió de Egipto…2 Abram iba muy cargado de ganado, plata y oro…4 hacia el sitio del altar que había erigido al principio; y allí Abram invocó a El Eterno por Su Nombre. (Lej Lejá 13)
Abraham invocó al Eterno, de modo de poder afrontar la prueba de la riqueza.
En definitiva, tanto la prueba de la pobreza, como la prueba de la riqueza pueden apartar a la persona del Eterno, debiendo la persona invocar constantemente la ayuda divina, de modo de no apartarse nunca del buen camino.
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