5 tu nombre ya no será Abram, sino Abraham, pues te he convertido en padre de una multitud de naciones… 15 Y Dios le dijo a Abraham: En cuanto a Sarai, tu mujer, no la llames Sarai, pues Sara es su nombre. (Lej Lejá 17)
El Eterno cambio el nombre al patriarca Abraham y a su esposa Sará. Al patriarca le agregó la letra “Hei”, y a Sará también le agregó otra letra “Hei”, quedando de “Abram”, “Abra(h)am”, y se “Sarai”, Sar(h)a.
Explica la Kabala que el Nombre del Eterno esta compuesto de Cuatro letras, el Tetragrámaton: “I (Iud) H (Hei) V (Vav) H (Hei)”.
La primera “Hei” le fue otorgada a Abra(h)am, mientras que la segunda “Hei” le fue otorgada a Sar(h)a.
La letra “Hei” guarda relación con el desarrollo. En principio con el desarrollo de una idea, y luego con el desarrollo hasta llegar a la acción.
Al patriarca Abraham, le faltaba para procrear en santidad el desarrollo de la idea espiritual, y por eso se le otorgó la primera “Hei” del Nombre divino, mientras que a Sará, el aspecto femenino de Abraham, le faltaba el desarrollo para llegar a la acción, y concebir, es por eso que se le otorgó la segunda “Hei” del Nombre divino.
Cuando la persona medita y desarrolla una idea espiritual, hasta llevarla a la acción comienza a tener concepciones sagradas vinculadas no solamente con el cielo, sino también con la tierra, siendo “padre de multitudes”.
El Eterno cambio el nombre al patriarca Abraham y a su esposa Sará. Al patriarca le agregó la letra “Hei”, y a Sará también le agregó otra letra “Hei”, quedando de “Abram”, “Abra(h)am”, y se “Sarai”, Sar(h)a.
Explica la Kabala que el Nombre del Eterno esta compuesto de Cuatro letras, el Tetragrámaton: “I (Iud) H (Hei) V (Vav) H (Hei)”.
La primera “Hei” le fue otorgada a Abra(h)am, mientras que la segunda “Hei” le fue otorgada a Sar(h)a.
La letra “Hei” guarda relación con el desarrollo. En principio con el desarrollo de una idea, y luego con el desarrollo hasta llegar a la acción.
Al patriarca Abraham, le faltaba para procrear en santidad el desarrollo de la idea espiritual, y por eso se le otorgó la primera “Hei” del Nombre divino, mientras que a Sará, el aspecto femenino de Abraham, le faltaba el desarrollo para llegar a la acción, y concebir, es por eso que se le otorgó la segunda “Hei” del Nombre divino.
Cuando la persona medita y desarrolla una idea espiritual, hasta llevarla a la acción comienza a tener concepciones sagradas vinculadas no solamente con el cielo, sino también con la tierra, siendo “padre de multitudes”.
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