21 Y El Eterno Dios hizo para Adam y para su esposa vestimentas de pieles, y Los vistió. (Bereshit 3)
Explica el Midrash que Hashem vistió al hombre y a su mujer con la piel que se despojó la serpiente.
La serpiente hizo tropezar al ser humano, y es justamente con su piel con la que se debe vestir.
Con el pecado del consumo del fruto prohibido, el hombre sucumbió ante la serpiente, cayendo bajo su trampa, pero el objetivo es que la serpiente sirva al hombre.
Es decir, que no solo que se pretende de la persona no caiga bajo sus redes, sino que, por el contrario, la serpiente sirva para cubrir al hombre, revirtiendo la oscuridad en luz.
Dice el Rebe: El hombre debe darle dirección a la serpiente, de modo que colabore en el objetivo espiritual, y no al revés, sucumbiendo a sus designios.
Explica el Midrash que Hashem vistió al hombre y a su mujer con la piel que se despojó la serpiente.
La serpiente hizo tropezar al ser humano, y es justamente con su piel con la que se debe vestir.
Con el pecado del consumo del fruto prohibido, el hombre sucumbió ante la serpiente, cayendo bajo su trampa, pero el objetivo es que la serpiente sirva al hombre.
Es decir, que no solo que se pretende de la persona no caiga bajo sus redes, sino que, por el contrario, la serpiente sirva para cubrir al hombre, revirtiendo la oscuridad en luz.
Dice el Rebe: El hombre debe darle dirección a la serpiente, de modo que colabore en el objetivo espiritual, y no al revés, sucumbiendo a sus designios.
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