47 Labán lo llamó Iegar-sahaduta, mas Iaacov lo llamó Galed.48 Y Labán dijo: Este montículo es hoy testigo entre tú y yo... (Vaietzé 31)
Iaacov y Labán hicieron un pacto de paz en donde cada parte se comprometía a no pasar al lado del compañero. Para tal efecto tomaron a un montículo de piedra, como testimonio visible.
Labán lo llamó “Iegar-sahaduta” que en su propio idioma significaba “El montículo será testigo”.
La palabra “Iegar” viene de la palabra “Guer” que significa “forastero, extraño”, mientras que Iaacov llamó a dicho montículo “Gal” que viene de la palabra “Guilui” que significa “revelación”.
“Labán” pretende que los sufrimientos del exilio, sean los testigos de la aproximación del pueblo de Israel al Eterno, por eso llamó al montículo con el nombre de “Iegar”, haciendo alusión a que al ser la persona forastera y extraña en su medio, volverá al Eterno.
Mientras que “Iaacov” quiere que la persona retorne al Eterno por amor, y por eso lo llama al montículo con el nombre de “Gal”, revelación, ya que pretende que el pueblo vuelva al Eterno al apreciar la manifestación y revelación del Eterno en su vida.
Hay quienes dicen que el exilio y los sufrimientos mantuvieron al pueblo de Israel como pueblo, pero esta concepción es la de “Labán”, porque “Iaacov” dice que al apreciar el pueblo la generosidad del Eterno hacia con él, es lo que mantiene al pueblo de Israel vivo.
Iaacov y Labán hicieron un pacto de paz en donde cada parte se comprometía a no pasar al lado del compañero. Para tal efecto tomaron a un montículo de piedra, como testimonio visible.
Labán lo llamó “Iegar-sahaduta” que en su propio idioma significaba “El montículo será testigo”.
La palabra “Iegar” viene de la palabra “Guer” que significa “forastero, extraño”, mientras que Iaacov llamó a dicho montículo “Gal” que viene de la palabra “Guilui” que significa “revelación”.
“Labán” pretende que los sufrimientos del exilio, sean los testigos de la aproximación del pueblo de Israel al Eterno, por eso llamó al montículo con el nombre de “Iegar”, haciendo alusión a que al ser la persona forastera y extraña en su medio, volverá al Eterno.
Mientras que “Iaacov” quiere que la persona retorne al Eterno por amor, y por eso lo llama al montículo con el nombre de “Gal”, revelación, ya que pretende que el pueblo vuelva al Eterno al apreciar la manifestación y revelación del Eterno en su vida.
Hay quienes dicen que el exilio y los sufrimientos mantuvieron al pueblo de Israel como pueblo, pero esta concepción es la de “Labán”, porque “Iaacov” dice que al apreciar el pueblo la generosidad del Eterno hacia con él, es lo que mantiene al pueblo de Israel vivo.
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