43 Entonces Labán habló y le dijo a Iaacov…44 Ahora, vamos, hagamos un pacto, tú y yo, y Él será testigo entre nosotros… 47 Labán lo llamó Iegar-sahaduta, mas Iaacov lo llamó Galed. (Vaitzé 31)
La Torá cuenta entre el pacto entre Iaacov y Labán, en donde quedaría claro que ninguno pasaría al lado del otro, utilizando para tal efecto un montículo de tierra como recordatorio.
Labán llamó a dicho montículo en su Idioma, mientras que Iaacov lo llamó en idioma hebreo, significando “Galed”, “(el) montículo (será) testigo”.
Explican los Sabios que “Labán” pretende que los hijos de Iaacov, sus nietos, al pasar por dicho recordatorio, se acuerden que en realidad tienen relación con la perversidad e idolatría.
Mientras que “Iaacov” pretende borrar todo tipo de vestigio foráneo a la pureza de Israel, de modo de no hacer mención a algo que tenga que ver con el malvado Labán.
La función de “Iaacov” es suministrarles a sus hijos las herramientas necesarias para que no quieran nunca pasar al “lado de Labán”.
La Torá cuenta entre el pacto entre Iaacov y Labán, en donde quedaría claro que ninguno pasaría al lado del otro, utilizando para tal efecto un montículo de tierra como recordatorio.
Labán llamó a dicho montículo en su Idioma, mientras que Iaacov lo llamó en idioma hebreo, significando “Galed”, “(el) montículo (será) testigo”.
Explican los Sabios que “Labán” pretende que los hijos de Iaacov, sus nietos, al pasar por dicho recordatorio, se acuerden que en realidad tienen relación con la perversidad e idolatría.
Mientras que “Iaacov” pretende borrar todo tipo de vestigio foráneo a la pureza de Israel, de modo de no hacer mención a algo que tenga que ver con el malvado Labán.
La función de “Iaacov” es suministrarles a sus hijos las herramientas necesarias para que no quieran nunca pasar al “lado de Labán”.
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