24 Y cuando los tomó y les hizo cruzar la corriente, envió del otro lado todas sus posesiones. 25 Iaacov se quedó solo… (Vaishlaj 32)
Explican los Sabios que Iaacov a pesar de haber pasado todas sus posesiones del otro lado de donde estaba, volvió a buscar unas pequeñas vasijas que se había olvidado.
Este episodio, leído en la cercanía de la festividad de Jánuca, guarda relación con Jánuca, ya que los griegos habían impurificado todos los aceites, encontrando los Macabeos tan solo una pequeña vasija con aceite puro para encender el candelabro del Templo.
Cada persona tiene en su interior una “pequeña vasija con aceite puro”. Dicha vasija es “pequeña” y hay que buscarla, ya que el mundo con sus atracciones no deja vislumbrar la pureza del alma fácilmente.
Por eso la persona debe tener tiempos para “quedarse solo”, e ir en busca de su “pequeña vasija de aceite” de manera de poder encontrar la luz en la vida, y de esta manera poder cumplir la misión por la cual ha venido al mundo.
Explican los Sabios que Iaacov a pesar de haber pasado todas sus posesiones del otro lado de donde estaba, volvió a buscar unas pequeñas vasijas que se había olvidado.
Este episodio, leído en la cercanía de la festividad de Jánuca, guarda relación con Jánuca, ya que los griegos habían impurificado todos los aceites, encontrando los Macabeos tan solo una pequeña vasija con aceite puro para encender el candelabro del Templo.
Cada persona tiene en su interior una “pequeña vasija con aceite puro”. Dicha vasija es “pequeña” y hay que buscarla, ya que el mundo con sus atracciones no deja vislumbrar la pureza del alma fácilmente.
Por eso la persona debe tener tiempos para “quedarse solo”, e ir en busca de su “pequeña vasija de aceite” de manera de poder encontrar la luz en la vida, y de esta manera poder cumplir la misión por la cual ha venido al mundo.
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