4 Tu vestimenta no se desgastó sobre ti y tus pies no se hincharon durante esos cuarenta años. (Ekev 8)
Explican los Sabios que la ropa era planchada por la nube que protegía al pueblo en el desierto.
Dice la Kabala: “Nube” hace referencia al ocultamiento de la luz divina, ya que la nube oculta todo lo que se encuentra en su interior.
Del mismo modo la “ropa de la persona era planchada por la nube”: “Ropa” hace referencia a las vestimentas del alma que son pensamiento, palabra y acciones, que visten al alma dándole expresión.
Dichas “vestimentas” suelen estar “arrugadas”, y es a través de las “nubes”, los desafíos de la vida que son “planchadas”, rectificando el camino hacia El Eterno.
Dice el profeta: “Y miré, y he aquí un viento tempestuoso venía del aquilón, una gran nube, con un fuego envolvente, y en derredor suyo un resplandor…” (Ezequiel 1,4)
Explican los Sabios: Luego de la “nube” que oculta, viene el “fuego”, el ferviente anhelo de querer estar cerca del Eterno.
Explican los Sabios que la ropa era planchada por la nube que protegía al pueblo en el desierto.
Dice la Kabala: “Nube” hace referencia al ocultamiento de la luz divina, ya que la nube oculta todo lo que se encuentra en su interior.
Del mismo modo la “ropa de la persona era planchada por la nube”: “Ropa” hace referencia a las vestimentas del alma que son pensamiento, palabra y acciones, que visten al alma dándole expresión.
Dichas “vestimentas” suelen estar “arrugadas”, y es a través de las “nubes”, los desafíos de la vida que son “planchadas”, rectificando el camino hacia El Eterno.
Dice el profeta: “Y miré, y he aquí un viento tempestuoso venía del aquilón, una gran nube, con un fuego envolvente, y en derredor suyo un resplandor…” (Ezequiel 1,4)
Explican los Sabios: Luego de la “nube” que oculta, viene el “fuego”, el ferviente anhelo de querer estar cerca del Eterno.
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