14 Hombres sin ley han surgido de tu medio, y han hecho que los habitantes de su ciudad se descarríen, diciendo: Vamos a adorar los dioses de otros, que no conocisteis,… 16 Aniquilarás a los habitantes de esa ciudad con el filo de la espada… 17 Reunirás todo su botín en medio de su plaza abierta y quemarás con fuego toda la ciudad y todo su botín... (Reé 13)
Explican los Sabios que es una Mitzvá destruir una ciudad en donde se verificó que la mayoría de sus habitantes se entregó a la idolatría, matando a sus habitantes idólatras, a sus animales y quemando todas sus bienes.
Explica la Kabala: Dicho caso es comparable a la destrucción de Sodoma que fue a través del fuego, y la dispersión de los constructores de la Torre de Babel, quienes los Sabios aprenden que no tienen parte en el mundo venidero.
Los constructores de la Torre de Babel se unieron, queriendo sacar al Eterno del mundo. Ellos quisieron recibir bienestar sin Dios, y por eso perdieron la eternidad del mundo venidero.
Del mismo modo, en este caso en donde la mayoría de una ciudad cometió idolatría, todos se unieron para sacar al Eterno de dicho lugar.
Los Sabios aprenden del hecho que la ciudad debe ser quemada, que no había Mezuzá en ninguna casa de la ciudad, ya que de haber habido una Mezuzá, no podía ser quemada. La Mezuzá es un recordatorio de la presencia divina, y es esto lo que querían borrar.
Incluso sus bienes tienen que ser quemados, ya que está escrito: “El sacrificio de los impíos es abominación” (Proverbios 21, 27). Sus bienes se tornaron tan impuros y faltos de utilidad como sus propios dueños, no deviniendo nada productivo de un alejamiento tan grande de la divinidad.
Al igual que Sodoma su final debe ser con “fuego”. El “fuego” alude a la pasión. La gente que cometió idolatría fue a causa de la pasión, “fuego”, de sus ideales erróneos, debiendo volver al Eterno con todo su corazón, con “fuego”.
El Eterno desea que en cada ciudad se viva según la fe, pero cuando la gente se une para erradicar la fe, y vivir una vida de vanidad, ya la ciudad no tiene sentido.
Explican los Sabios que es una Mitzvá destruir una ciudad en donde se verificó que la mayoría de sus habitantes se entregó a la idolatría, matando a sus habitantes idólatras, a sus animales y quemando todas sus bienes.
Explica la Kabala: Dicho caso es comparable a la destrucción de Sodoma que fue a través del fuego, y la dispersión de los constructores de la Torre de Babel, quienes los Sabios aprenden que no tienen parte en el mundo venidero.
Los constructores de la Torre de Babel se unieron, queriendo sacar al Eterno del mundo. Ellos quisieron recibir bienestar sin Dios, y por eso perdieron la eternidad del mundo venidero.
Del mismo modo, en este caso en donde la mayoría de una ciudad cometió idolatría, todos se unieron para sacar al Eterno de dicho lugar.
Los Sabios aprenden del hecho que la ciudad debe ser quemada, que no había Mezuzá en ninguna casa de la ciudad, ya que de haber habido una Mezuzá, no podía ser quemada. La Mezuzá es un recordatorio de la presencia divina, y es esto lo que querían borrar.
Incluso sus bienes tienen que ser quemados, ya que está escrito: “El sacrificio de los impíos es abominación” (Proverbios 21, 27). Sus bienes se tornaron tan impuros y faltos de utilidad como sus propios dueños, no deviniendo nada productivo de un alejamiento tan grande de la divinidad.
Al igual que Sodoma su final debe ser con “fuego”. El “fuego” alude a la pasión. La gente que cometió idolatría fue a causa de la pasión, “fuego”, de sus ideales erróneos, debiendo volver al Eterno con todo su corazón, con “fuego”.
El Eterno desea que en cada ciudad se viva según la fe, pero cuando la gente se une para erradicar la fe, y vivir una vida de vanidad, ya la ciudad no tiene sentido.
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