28… cuando hagas lo que es “bueno y recto” a los ojos de El Eterno, tu Dios. (Reé 12)
Anteriormente, en la sección de “Vaetjanán” la Torá dice: 18 Harás lo “recto y lo bueno” a los ojos del Eterno… (Vaetjanán 6).
Preguntan los Sabios: ¿Por qué la Torá dice en un principio que la persona debe comportarse en forma “recta y buena”, para luego comportarse de manera “buena y recta”? ¿Cuál es la diferencia?
Explican los Sabios: En un principio la persona debe comportare de manera “recta y buena” según todos los parámetros de la Ley, y la bondad.
Pero hay situaciones que aparecen luego de alguna caída o tropiezo de la persona. En esos momentos no es suficiente anticipar la Ley, sino que para subsanar los errores se debe anticipar la bondad, aumentando en ella.
Por ejemplo: Dos amigos que se pelean, y quieren remediar la situación, tienen que aumentar en bien, aumentar en luz, de modo de poder erradicar la oscuridad formada por la pelea.
Cuando no hay oscuridad es suficiente comportarse con “rectitud y bondad”, pero al formarse una situación de oscuridad, no basta con anticipar la “rectitud”, sino que hay que anticipar y aumentar la “bondad”.
Primero la Torá habla de una situación normal, y luego la Torá habla una vez que se forma la oscuridad.
Anteriormente, en la sección de “Vaetjanán” la Torá dice: 18 Harás lo “recto y lo bueno” a los ojos del Eterno… (Vaetjanán 6).
Preguntan los Sabios: ¿Por qué la Torá dice en un principio que la persona debe comportarse en forma “recta y buena”, para luego comportarse de manera “buena y recta”? ¿Cuál es la diferencia?
Explican los Sabios: En un principio la persona debe comportare de manera “recta y buena” según todos los parámetros de la Ley, y la bondad.
Pero hay situaciones que aparecen luego de alguna caída o tropiezo de la persona. En esos momentos no es suficiente anticipar la Ley, sino que para subsanar los errores se debe anticipar la bondad, aumentando en ella.
Por ejemplo: Dos amigos que se pelean, y quieren remediar la situación, tienen que aumentar en bien, aumentar en luz, de modo de poder erradicar la oscuridad formada por la pelea.
Cuando no hay oscuridad es suficiente comportarse con “rectitud y bondad”, pero al formarse una situación de oscuridad, no basta con anticipar la “rectitud”, sino que hay que anticipar y aumentar la “bondad”.
Primero la Torá habla de una situación normal, y luego la Torá habla una vez que se forma la oscuridad.
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