34 Iaacov le dio a Esav pan y guiso de lentejas, y él comió y bebió,
se levantó y se fue; y Esav despreció la
primogenitura. (Toldot 25)
Explican los Sabios que en
ese día Esav había matado, violado, robado, y muchas cosas más.
Pero la que la Torá deja en
claro es que Esav fue desmedido en su ingesta, comiendo no como una persona
sino como un animal, y una cosa lleva a la otra, primero se come de manera
depravada y luego se actúa de la misma manera, sin usar la cabeza.
Lo mismo ocurrió en la época
de Purim en donde el rey Ajashverosh había invitado a un festín con abundante
comida, incluso Kasher, y todo para hacer tropezar al pueblo de Israel.
Es por eso que Hamán quiso
destruir a todo el pueblo de Israel, ya que la depravación y la promiscuidad
hace a la persona altanera, pensando que la categoría de “Israel” molesta.
Iaacov es humildad y santidad
respetando a cada persona, y lo contrario es “Esav, Amalek, Amán”, que se creen
con fueros para matar a todos los demás, considerándolos inferiores.
Mordejai al igual que todos
los Tzadikim de cada generación tienen la función de rectificar a “Esav” de
modo de que la gente se comporte con santidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario