9 Dijo Dios: Que las aguas
debajo del cielo se reúnan en un área, y que aparezca la tierra seca. Y así
fue. 10 Dios llamó a la tierra seca Tierra, y a la reunión de aguas la llamó
Mares. Y Dios vio que era bueno. (Bereshit 1)
Explican los Sabios: Al
principio de la creación el agua cubría la tierra, hasta que El Eterno produjo
que el agua se agrupará en lugares específicos dejando al descubierto la
tierra.
Esto alude a que al principio
el “agua”, lo espiritual, estaba tapando a lo material, la “tierra”, pero el
objetivo es que se manifieste la “tierra”, haciendo el mundo una morada para El
Eterno.
Una vez que se reveló la “tierra”
las aguas quedaron por debajo de ella. Esto alude a que lo principal es la acción,
quedando el “agua” al servicio de la “tierra”.
La diferencia entre las aguas
del mar que cubría a la tierra en un principio a las aguas subterráneas, es que
las aguas del mar son saladas mientras que las aguas subterráneas son dulces.
Las “aguas de los mares” son
saladas y no se pueden tomar, ya que lo espiritual como era al principio estaba
de manera que la persona no era recipiente para poder acceder a ello, pero las “aguas
subterráneas” son dulces, ya que la persona con esfuerzo y dedicación puede
acceder a las mismas, y disfrutar de ellas.
Sobre la era mesiánica está
escrito: “En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalém” (Zacarías
14, 8)
Las “aguas dulces y vivas” saldrán
de dentro de la tierra para regar a todo el mundo, a través de la dedicación de
la persona en “cavar” en su interior.
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