“Bendito eres Tu, Eterno,
nuestro Dios, Rey del universo, que forma la luz, y crea la oscuridad, que hace
paz y crea todas las cosas” (De las plegarias)
Explican los Sabios que en el
momento de la plegaria la persona debe meditar sobre “la luz y la oscuridad”. Hay
cosas que son sanas, y hay cosas que son nocivas.
Dicha meditación debe llevar
a la persona a la paz, primero con uno mismo, y luego con el entorno, “forma la
luz, y crea la oscuridad, que hace paz”.
Cuando la persona esta
dispuesta a interactuar correctamente entre “luz y oscuridad”, encontrará la “paz”.
Dicha plegaria es dicha solo
de día, ya que durante la mañana irradia con intensidad los rayos solares,
aludiendo a que la luz está manifiesta, y es durante el “día”, donde la persona
puede encontrar mayor claridad mental para poder discriminar entre lo bueno y
lo malo, y hacer paz en el mundo.
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