“Porque un momento será su
furor; Mas en su voluntad está la vida. Por la noche durará el lloró, y a la
mañana vendrá la alegría. (Salmo 30, 5)
Explican los Sabios: Incluso
en los “momentos de furor divino”, la persona tiene que saber que Su deseo es
la “vida”, “Mas en su voluntad está la vida”.
El Eterno pretende que la
persona crezca, se supere, siendo los obstáculos peldaños para la maduración y
la elevación.
Luego del “llanto nocturno”
tiene que devenir la “alegría de la maña”, sabiendo que toda caída es para un
ascenso hacia nuevos horizontes.
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