“He visto que todas las cosas
tienen su límite, pero Tus enseñanzas es inmensamente amplia… Tus mandamientos me
hacen más sabio que mis enemigos, porque me son eternos” (Salmos 119: 96, 98)
Explican los Sabios: El
hombre de fe siempre tiene que tener presente que todo en esta vida caduca,
menos la verdad. De esto el hombre sabio debe extraer enseñanza para no caer
en al adversidad, “Todo tiene su límite, pero Tus enseñanzas es inmensamente
amplia”.
Incluso cuando a la persona
le surgen “enemigos”, debe tomar dicha cuestión con “sabiduría”, teniendo
presente que los obstáculos al buen camino requiere un esfuerzo extra para
poder sortearlos, “Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos”.
Se debe tener siempre
presente que la Torá es “eterna”, y los desafíos son circunstancias, “porque me
son eternos”, ayudando El Eterno a la persona a transitar el camino correcto si
la persona así lo desea.
Los obstáculos desaparecen
cuando la persona comprende que en realidad ellos son nada en relación a la
verdad eterna.
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