“Entonces Esther llamó a
Hataj, uno de los sirvientes que el rey había escogido para que le sirviera a
ella y le ordenó que fuera ante Mordejai y averiguara qué era lo que estaba
pasando. Fue entonces Hataj ante Mordejai el cual se encontraba en la plaza de
la ciudad, enfrente de la puerta del palacio del rey. Mordejai le contó todo lo
que había pasado” (Ester 4: 5, 6 y 7)
Explican los Sabios: La reina
Ester tuvo la necesidad de saber el motivo y la raíz del tremendo edicto que se
había posado sobre el pueblo de Israel, y a tal fin envió a uno de sus
sirvientes a preguntarle sobre este tema a Mordejai.
Mordejai le manifestó que
todo era debido a que se consideraba todo como meras casualidades, como algo
que pasa y que no tiene conexión con El Eterno, “Mordejai le contó todo lo que
había pasado”, justamente porque se consideraba todo como algo “pasado”, acontecido
por casualidad y nada más.
Ya a la salida de Egipto el
pueblo comenzó a dudar sobre la supervisión del Eterno para con ellos,
originando este descreimiento la aparición del pueblo de Amalek.
Una vez más “Amalek” apareció
en uno de sus descendientes, el cuál surgió cuando todo se volvió a tomar como casualidades, sin conciencia de que todo tiene que ver con
el comportamiento de la persona para con su Creador.
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