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viernes, 16 de enero de 2015

PARASHA DE LA SEMANA



Parashá de la semana 16 de enero 2015





Enfoque: Vaerá – Polémica en Egipto entre los bastones y las serpientes
“Y devoró el bastón de Aharón a sus bastones”… (Shemot 7:12)
Nuestra Parshá relata que cuando Moshé y Aharón se disponían a ir del 

Faraón, Di-s le dijo a Moshé que si el Faraón les solicitara “muestra una 

maravilla” deberá indicarle a Aharón tirar su bastón frente al Faraón, y el 

cayado se convertirá en una serpiente. Aharón hizo exactamente eso, pero 

el Faraón llamó a sus sabios y hechiceros y también ellos lanzaron cada 

uno su bastón “y se convirtieron en serpientes”. Pero finalmente “devoró 

el bastón de Aharón a sus bastones”.
Todo este episodio de lanzar los bastones y transformarlos en serpientes 

requiere explicación. Pero ante todo, debemos entender lo ocurrido con el 

milagro de que los bastones de los hechiceros fueron tragados por el 

bastón de Aharón -¿Cómo surge este milagro que ni siquiera es 

mencionado por el Altísimo al hablar con Moshé?
LA VISIÓN EGIPCIA
De la descripción de la Torá de los hechos se ve que las maravillas y 

plagas no tuvieron como único fin castigar a Egipto, sino que apuntaban a 

quebrar el antagonismo de los egipcios hacia Hashem. En las enseñanzas 

Jasídicas se explica, que la visión del mundo imperante en Egipto era que 

el Altísimo no tiene influencia ni dominio sobre la realidad actual de la 

existencia. Sostenían, que una vez creado, el Universo dependía de 

manera absoluta de las fuerzas de la naturaleza, y no de Di-s.
Hashem quebró este pensamiento por medio de las plagas. Cada una de 

ellas destruyó un aspecto específico de la ideología egipcia. Como 

prólogo general a las plagas y a los conceptos que expresaban, vino el 

milagro de tragar a los bastones.
LA NULIDAD DE LA IMPUREZA
Aharón simboliza en esta puja el lado de la santidad y su bastón 

representa la fuerza Divina que emana de la santidad. La serpiente 

simbolizaba a Egipto, como está escrito: “Egipto, el gran tanim (un tipo 

de serpiente) que se recuesta en sus arroyos”. Con el hecho de que el 

bastón se transformó en serpiente, Aharón le demostró al Faraón, que la 

misma existencia de la serpiente proviene del bastón, o sea que todo lo 

que es Egipto en realidad emana de la santidad, (y no posee existencia 

propia).
Fue el Faraón y convocó a sus sabios y hechiceros, los que presentaron 

una posición opuesta, mostrando que sus propios bastones se convertían 

en serpientes. Con eso replicaron que Egipto posee fuentes propias de 

poder y no depende sólo de la santidad.
DOMINIO TOTAL
A eso respondió el Altísimo con el hecho de que “y devoró el bastón de 

Aharón a sus bastones”. Con esto Hashem les dejó en claro, que todas las 

fuentes de fuerza de la “sitrá ajará” -el otro lado (el opuesto a la santidad 

y Divinidad) son sólo una ilusión, pero no poseen sustancia y existencia 

verdadera frente a la santidad.
Con esto Di-s mostró al Faraón y sus filósofos, que no poseen fuerza 

propia alguna y que el dominio absoluto del Altísimo se extiende también 

sobre ellos. Ésta fue la introducción que generó un quiebre general del 

eje central de la cosmovisión egipcia, a continuación vinieron las diez 

plagas que destruyeron uno a uno los diez niveles que había en la 

impureza egipcia.
DEVORAR – PERO SIN ENOJO
De los detalles del relato de la Torá podemos aprender varias reglas en el 

servicio al Altísimo. Cuando uno se aproxima al semejante, hay que 

hacerlo en un espíritu de amor y fraternidad. Así acostumbraba Aharón: 

“ama la paz y persigue la paz, ama a las criaturas y las acerca a la Torá”. 

Sin embargo, en la labor educativa a veces uno se topa con alguien que 

se encuentra en un nivel muy bajo, al punto que no hay más remedio que 

quebrar la maldad haciendo uso de la fuerza. Debe recordarse, que 

también esto ha de hacerse con “el bastón de Aharón”- con verdadero 

amor al prójimo, y no debe permitirse que se mezclen en ello las 

tendencias maliciosas personales.
Además: cuando hay necesidad de “devorar” a la consistencia (negativa) 

del prójimo, debe hacerse esto con el bastón y no con la serpiente. La 

diferencia entre el bastón y la serpiente es, que el bastón representa 

frialdad, auto-contención, mientras que la serpiente expresa la cólera y la 

alteración. Es decir, debe eliminarse la maldad del educando con 

tranquilidad, sin enojo ni pasión, sin mezclar los sentimientos personales 

de bronca, tal como uno fuera un seco bastón.


fuente:Jabad Lubavitch Argentina | 2005 / 2015

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