“Sus ojos estarán enrojecidos por el vino, y sus dientes, blanco por la leche” (Vaieji 49,12)
Explican los Sabios que la tribu de Iehuda, la realeza, fue bendecida con una tierra apta para el cultivo de la vid, y también con la fertilidad para la cría de ganado de donde se obtienen los lácteos.
En un sentido más profundo, el nivel de “Iehuda” goza de armonía, y por eso la realeza.
“Vino” hace referencia al rigor, ya que se extrae de lo profundo de la uva, mientras que la “leche”, hace referencia a la bondad, por su color blanco y puro.
“Iehuda” es capaz de relacionar positivamente estos dos poderes, sabiendo interactuar entre el “vino” y la “leche”.
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