“Aconteció en los días
del rey Ajashverosh, quien reinó sobre 127 (siete, veinte y cien) naciones
desde Jodu hasta Cush”. (Ester 1, 1)
Explican los Sabios: Ya al
principio del relato de Ester, está insinuado la soberbia y la codicia del rey
Ajasherosh: Dice la Meguilá que dicho rey reinaba sobre “siete, veinte y cien
naciones”, aludiendo a que nada le bastaba, primero “siete”, luego “veinte”, y después
“cien”.
Fue justamente la codicia lo que lo llevó a la ruina,
ya que una persona con dicha características sufre siempre de desenfrenos,
perdiendo a la larga todo lo adquirido, como se ve claramente en la historia
del mundo.
En contraposición dice la Torá
sobre la matriarca Sará: “La vida de Sara fue cien años, veinte años y siete
años; los años de la vida de Sara”. (Jaie Sará 23).
Primero “cien”, luego “veinte”,
y después “siete”, ya que la gente piadosa trata de disminuir en todo lo
relacionado con las cuestiones de este mundo.
Dos mundos, el mundo de Sará,
del espíritu, y el mundo de la maldad, de Ajashverosh, saliendo siempre
triunfante a la larga el legado ancestral.
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